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Klaus Schwab en el Foro Económico Mundial de Davos.
Schwab dirigió la organización con sede en Ginebra durante 50 años y convirtió su reunión anual de Davos en una cita ineludible para banqueros
El fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, y la organización que dirigió durante más de medio siglo están en conversaciones para poner fin a su disputa que dura meses.
Schwab abandonó el Foro Económico Mundial repentinamente en abril tras la aparición de acusaciones de irregularidades financieras y la solicitud de una investigación por parte de la junta, lo que desencadenó un conflicto interno. En un comunicado conjunto publicado el martes en Bloomberg News, afirmaron que esperan que la investigación externa concluya a finales de agosto.
Este plazo sería mucho más breve que una investigación previa sobre acusaciones de acoso en el FEM, que comenzó el verano pasado y duró unos ocho meses. Además, permitiría al Foro centrarse en los preparativos de su reunión anual en Davos en enero sin el escándalo que la acecha.
Mientras tanto, ambas partes están en conversaciones para “normalizar su relación con el fin de salvaguardar el foro y el legado del fundador”, según el comunicado enviado por correo electrónico.
Schwab ha negado todas las acusaciones de malversación de fondos y también presentó una denuncia penal por las acusaciones que llevaron a su salida del Foro. El comunicado no menciona este punto.
Una investigación acelerada y cierta reconciliación también podrían ayudar a la junta directiva a avanzar en un nuevo plan para encontrar un sucesor para el expresidente de 87 años. Su salida anticipada —Schwab quería quedarse hasta principios de 2027— frustró una idea largamente sostenida de nombrar a la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, para el cargo, según informó Bloomberg. Lagarde declaró este mes que estaba decidida a completar su mandato , que finaliza a finales de 2027.
Schwab dirigió la organización con sede en Ginebra durante 50 años y convirtió su reunión anual de Davos en una cita ineludible para banqueros, figuras del mundo empresarial y políticos. Su salida ha generado intensas especulaciones sobre quién asumirá el control y qué implicaciones tendrá para la reunión, que incluye días de networking con cócteles y canapés a cargo de la élite empresarial y política mundial, con algunas celebridades.
"La marca tiene el tamaño suficiente para recuperarse en cierta medida", afirmó Howard Davies, expresidente de NatWest Group Plc y de la Autoridad de Servicios Financieros del Reino Unido, quien ha estado en Davos más de 20 veces. "Será un revés, pero a la mayoría de quienes acuden allí para reunirse con clientes no les importará".
El desafío, en su opinión, será conseguir no sólo a una estrella del mundo empresarial o político, sino también a alguien dispuesto a arremangarse y establecer contactos.
"Tendrán que replicarlo", dijo Davies. "Una figura decorativa no será suficiente, porque ha sido muy activo en conseguir el apoyo de los líderes", afirma.
La junta directiva del FEM está actualmente dirigida por Peter Brabeck-Letmathe, expresidente de Nestlé SA, de forma interina, e incluye figuras clave a nivel mundial como Larry Fink, de Blackrock Inc., y Kristalina Georgieva, directora ejecutiva del FMI. Philipp Hildebrand, de BlackRock, también se incorporó recientemente, manteniendo cierta influencia suiza en el organismo.
La marcha de Schwab también ha provocado cierta inquietud en Davos. La ciudad era más conocida por el esquí y el sanatorio que se hizo famoso en la novela de Thomas Mann, La montaña mágica, hasta que este llevó allí su conferencia en 1971. En 2024, los ingresos anuales del FEM ascendieron a US$543 millones, gran parte de los cuales provinieron de pagos y cuotas de las empresas miembro, que luego gastaron generosamente en organizar veladas en la ciudad alpina.
"Por supuesto que la gente en Davos está preocupada por el futuro del WEF ahora que Schwab se ha ido", dijo Markus Dambach, CEO de Davosworks, una empresa de publicidad local centrada en el Foro.
Ernst Wyrsch, quien una vez dirigió el icónico Grandhotel Belvedere de Davos que albergó a Bill Clinton y Angela Merkel, dijo: "sin duda fue un shock para Davos enterarse de que Klaus Schwab fue despedido".
“Si el FEM se retira, eso inevitablemente le daría el sello de perdedor a Davos”, dijo en una entrevista.
Incluso el propio Schwab, que por lo demás elogiaba las ventajas que ofrecía la aislada ciudad alpina, amenazó con trasladar la reunión anual debido a lo que consideraba una especulación con los precios por parte de las empresas locales.
Pero la vicealcaldesa de Davos, Valerie Favre Accola, afirmó haber recibido múltiples garantías del consejo directivo del FEM de que el Foro ha llegado para quedarse. Dichas garantías también fueron recibidas por políticos cantonales.
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