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La Universidad ya había demandado previamente al actual Gobierno de Trump para recuperar unos US$3.000 millones en subvenciones federales
El Gobierno del presidente Donald Trump ordenó la revocación de la certificación del Programa de Visitantes de Estudiantes e Intercambio, Sevp, de la Universidad de Harvard, lo que impediría a la institución matricular a nuevos estudiantes internacionales.
La medida fue comunicada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien acusó a Harvard de promover actos de violencia, antisemitismo y colaborar con el Partido Comunista Chino, aunque no presentó pruebas.
La universidad alegó que la decisión tendría un impacto perjudicial para 6.763 estudiantes internacionales y solicitó un bloqueo inmediato de la medida. Esta medida cobra más importancia si se tiene en cuenta que la población estudiantil matriculada que se identifica como hispana o latina es de 9,22%, según cifras de Data USA.
En cuanto al resto de la composición demográfica, datos recientes del medio estudiantil de Harvard, The Crimson indican que 53,1% de los estudiantes de primer año se identifican como blancos, 23,6% como asiáticos, 15,7% como negros o afroamericanos, 8,3% como sudasiáticos, y menos de 1% como indígenas o isleños del Pacífico.
Es por esto que, en respuesta, Harvard interpuso una demanda ante un tribunal federal, calificando la revocación como una violación de la Primera Enmienda de la Constitución. La jueza federal Allison Burroughs emitió una orden temporal que impide al Gobierno implementar la revocación mientras se resuelve el caso judicial. Harvard sostuvo en su presentación judicial que la política del Gobierno de Trump forma parte de una campaña más amplia para presionar a instituciones académicas, medios de comunicación y organismos judiciales a adherirse a sus directrices.
La universidad afirmó que la decisión gubernamental pretendía castigarlos por mantener su independencia académica. Esta acción contra Harvard se suma a otras iniciativas de la administración del presidente Trump para controlar la actividad de universidades y bufetes de abogados que han cuestionado sus políticas.
La universidad ya había demandado previamente al Gobierno para recuperar unos US$3.000 millones en subvenciones federales suspendidas.
Según datos de la propia universidad, Harvard cuenta actualmente con alrededor de 6.800 estudiantes internacionales, lo que representa 27% de su matrícula total. La institución sostiene que estos estudiantes contribuyen de manera significativa a su comunidad académica. La Universidad de Harvard, fundada hace 389 años y ubicada en Cambridge, Massachusetts, ha mantenido una postura firme en defensa de su autonomía institucional.
En su más reciente comunicado, declaró que “sin sus estudiantes internacionales, Harvard no es Harvard”. En la convocatoria 2024 del programa colombiano Colfuturo, solo 44 estudiantes con beca fueron admitidos en Harvard, equivalente a 1,5% de los 2.927 beneficiarios. En 2023, la cifra fue de 25 estudiantes, 1,04% del total.
Además, la información recopilada por The Crimson, revela que 47% de los estudiantes hispanos o latinos son de primera generación universitaria, seguidos por 24,7% de los estudiantes afroamericanos, 15,4% de los asiáticos y 12% de los blancos. El ingreso familiar también varía por grupo étnico, siendo menor entre los estudiantes de color.
La presión de Trump sobre Harvard es parte de una campaña para obligar a universidades, firmas de abogados, medios de comunicación, tribunales y otras instituciones que valoran la independencia de la política partidista a alinearse con su agenda. La campaña ha incluido esfuerzos para deportar a estudiantes extranjeros que participaron en protestas, pero no cometieron delitos, tomar represalias contra firmas de abogados que han desafiado a Trump, y una sugerencia de Trump para impugnar a un juez por un fallo de inmigración que no le gustó.
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Sheinbaum respondió rápidamente en una publicación en redes sociales, calificando las acusaciones de Noem de "absolutamente falsas"