La inversión social es recurrente y requiere ser programada todos los años, representa en 2025 unos $15 billones, mientras la infraestructura nueva está en función del espacio dejado por las vigencias futuras
La marcha del 15 de junio no resolverá los problemas estructurales del país, pero sembró algo más poderoso: conciencia. Y donde hay conciencia, hay responsabilidad y donde hay responsabilidad, hay futuro, hay país.
El futuro de estas compañías, y por extensión de buena parte del tejido empresarial latinoamericano, dependerá de su capacidad para construir puentes con las nuevas generaciones